Te presento a las dietas con apellidos

Agradezco a sobremedida a mi buena amiga y colega Isis Macías, conductora del programa "Santo Remedio" de la estación de radio La Santa 96.7 de Piedras Negras, Coahuila por hacerme la invitación a su programa en el que estaré participando en los próximos días. Y claro también agradezco y hago mención a mi buen amigo Diego Herrera por la vinculación con Isis para un proyecto de promoción de la salud en mi comunidad.
Pues platicando con Isis salió a relucir el tema de uno de mis artículos anteriores hablando sobre la agnogénesis sanitaria (que puedes encontrar aquí), y concordamos en la indignación que sentimos al escuchar infinidad de información falsa o tergiversada de lo que salud significa, y también del mal trato y poco tacto que pueden tener muchos profesionales de la salud al abordar la situación de un paciente. Y con esto tiene mucho que ver el tema de la nutrición y el tratamiento que muchos nutriólogos, médicos, entrenadores, y demás personajes refieren para sus pacientes o clientes para el manejo del peso corporal.
Así acordamos platicar en su programa acerca de los diferentes tipos de dietas que todo mundo ha escuchado e incluso practicado en algún momento y desmentir la falsa información que se tiene referente a la práctica de esas "alternativas". Es por eso que el título del tema que escogimos y que voy a abordar acontinuación es "Las dietas con apellidos".
¿A qué nos referimos con "Dietas con apellidos"? Pues hemos escuchado una y otra vez la frase "La dieta de (inserte cualquier otra palabra)", como por ejemplo La dieta de la manzana, La dieta cetogénica, La dieta del ayuno intermitente, La dieta de las proteínas, La dieta de la cuñada. A ese tipo de "dietas" nos referimos cuando decimos Dietas con apellido.
Y es que desde hace décadas hemos escuchado ese tipo de estrategias y pareciera que cada año van adquiriendo más fortaleza. ¿Por qué? Pues gracias a las inmensas posibilidades de acceso a la información que nos da el internet, y también por una cuestión muy notoria, la cuál es la extrema disminución de peso a corto plazo (que claro, no es saludable ni sostenible).
Veamos pues, antes de todo, lo que dicen las normas oficiales mexicanas para el tratamiento integral del sobrepeso y la obesidad (que puedes directamente leerla aquí ).
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Contraindicaciones en el tratamiento integral del sobrepeso y la obesidad
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10.1.1 Prescribir tratamiento por personal técnico o por cualquier otro profesional del área de la salud no facultado para ello, conforme a las disposiciones aplicables;
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10.1.2 Prescribir tratamientos a base de fármacos, productos o procedimientos que no cuenten con evidencia científica, eficacia terapéutica, seguridad y no se encuentren universalmente aceptados en el marco de la ética médica para su uso o aplicación y signifiquen un riesgo o daño para la salud o la vida del paciente con sobrepeso u obesidad, conforme a las disposiciones aplicables;
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10.1.5 Utilizar técnicas no convencionales para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad, que no cuenten con evidencia científica y no se encuentren universalmente aceptados en el marco de la ética médica;
Me he dado la libertad de resaltar algunos puntos claves en negritas para hablar de ello. Sabiendo lo anterior, podemos determinar sin titubeos que en primer lugar, cualquier persona que no sea un profesional de la salud capacitado para el abordaje del tratamiento del sobrepeso y obesidad no debería referir ningún tipo de tratamiento (y vaya que todos conocemos a algún coach recetando dietas). Y en segundo lugar, que cualquier tratamiento, ya sea un producto, una dieta, un medicamento o cualquier procedimiento que no esté avalado por la evidencia científica y/o autorizado por las diversas autoridades internacionales de salud no debería ser promovido para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad, mucho menos por un profesional de la salud.
Debemos prestar especial atención con la palabra remarcada "Seguridad". El mismo documento refiere la definición de eso como:conjunto de acciones interrelacionadas que tienen como objetivo prevenir y reducir los eventos adversos, que implican un daño al paciente como resultado de la atención médica que recibe. Podemos entender ahora que cualquier tratamiento que pueda poner en riesgo la salud del paciente o que presente eventos adversos que implican un daño al paciente, estaría contraindicado para referirlo.
Ahora, al revisar la evidencia científica hablando sobre todas las "Dietas con apellido" ya mencionadas, tienen una conclusión muy consensuada por todas las instituciones, y la conclusión es la siguiente: No presentan beneficios diferentes a los que se puede obtener a largo plazo con una alimentación balanceada y variada; no obstante sí presentan riesgos para el mantenimiento de la salud, entre los cuáles podemos mencionar trastornos gastrointestinales, fatiga, arritmias cardíacas, dolores de cabeza, estreñimiento, calambres musculares, fracturas óseas, pancreatitis, múltiples deficiencias de vitaminas y minerales, problemas en los riñones, pérdida de cabello, intolerancia al frío, diarreas, mareos, mal aliento, y más. Y más más importante que eso es la generación de trastornos de la conducta alimentaria en donde puede mermarse la propia percepción de uno mismo, y seguir cayendo como víctima en la puesta en práctica de infinidad de "dietas con apellidos. Si recalcamos lo dicho en el párrafo anterior no puede quedar duda de que el seguir este tipo de dietas no aportan seguridad al paciente que las pone en práctica. Puedes revisar el documento de JAMA aquí. También puedes revisar el artículo que se ha publicado en el diario La Nación aquí.
Y encima de eso, insisto, la práctica de este tipo de dietas induce a la agnogénesis nutricional, en donde la población en general recibe el mensaje de que "Vivir a dieta es lo correcto", o "Ayunar es lo correcto", o "La dieta de tal es buena para la salud", o "Hay que eliminar las frutas de nuestra alimentación", lo cuál resulta erróneo. En otras palabras, se maleduca a la población sobre lo que salud significa.
Ahora, no estaría mal comentar un aspecto importante haciendo referencia a una alimentación balanceada y variada. Además de favorecer al control de peso y a la prevención en el desarrollo de enfermedades o incluso para el tratamiento de las mismas, tiene un punto muy importante: Una dieta variada y balanceada no tiene efectos secundarios.
Carajo, ¿Qué más podemos pedir? Es decir, podemos comer inmensa variedad de alimentos, tenemos infinitas opciones, gran variedad de sabores, no es necesario eliminar grupos alimenticios que nos encantan, y encima de eso poder controlar nuestro peso y mantenernos saludables. ¿Por qué intentar con "dietas con apellido" que afectan nuestra salud? Pues no encuentro una razón. Podrá haber más de una persona que diga "Pues es que yo quiero bajar de peso rápido, en una semana", y claro que muchas dietas con apellido lo van a orillar a eso, claro, junto a los efectos secundarios que los incluyen, pero también estoy seguro de una cosa: Nadie quiere volver a adquirir el peso que perdió. Y todas las dietas con apellido tienen esta misma característica, favorecen el rebote incluso llegando a recuperar más peso del que se tenía.
Bueno, pero entonces, "¿Todo esto significa que puedo comer de todo?". No hemos dicho eso, hemos dicho que una dieta variada y balanceada es lo ideal para el control de peso y el mantenimiento de la salud, lo cual nos abre la puerta a una gran variedad de alimentos deliciosos. La Organización Mundial de la Salud se ha pronunciado durante décadas acerca de cómo debería ser una buena alimentación saludable, que de hecho puedes leerlos directamente aquí, y en términos generales dice: Una dieta sana incluye frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales, hortalizas, grasas no saturadas (como la que está presente en el pescado, aguacate, frutos secos, aceite de oliva), sal yodada (menos de 5 gramos al día, lo que es aproximadamente una cucharadita). También está permitido consumir azúcares libres (como el azúcar que contienen los jugos, los postres, los bocadillos) siempre y cuando no exceda el 10% de las calorías totales a lo largo del día o bien que no exceda el 5% si está intentando perder peso.
Claramente está que la OMS nos propone una muy amplia variedad de alimentos, y el trabajo del profesional de la salud en área de nutrición es balancear y equilibrar cada uno de estos alimentos para lograr los objetivos establecidos por cada paciente. También hay maneras de que el mismo paciente de informe y aprenda cómo balancear sus propios alimentos, pero siempre será necesaria la intervención del profesional de la salud para evitar cualquier tipo de desajuste o problemática que pudiera presentar cada persona.
Y además de todo esto, aún habrán personas que nos dirán "Es que yo vi un estudio que dice que la "Dieta de tal" es buena para la salud". Pues en otra ocasión tendremos oportunidad de abordar y profundizar en cada una de las dietas con apellido para exponer su falta de evidencia científica y el pronunciamiento de las diversas instituciones para cada uno de esos planes.
De momento, hasta aquí dejaré mi pronunciamiento en contra de las dietas con apellido. Nos veremos en una próxima publicación. Los quiero mucho a todos.